Se centra en mejorar la apariencia de los dientes, las encías y la sonrisa en general, manteniendo al mismo tiempo una adecuada funcionalidad bucal. Su objetivo principal es proporcionar una sonrisa armoniosa, saludable y atractiva, adaptada a las características faciales de cada persona.
Entre los tratamientos más comunes de la odontología estética se encuentran:
Blanqueamiento dental: para aclarar el tono de los dientes.
Carillas dentales: laminillas delgadas que corrigen imperfecciones como manchas o fracturas.
Ortodoncia estética: como brackets transparentes o alineadores invisibles.
Reconstrucción dental: para restaurar dientes desgastados o dañados.
Este tipo de odontología no solo busca la belleza de la sonrisa, sino también mejorar la autoestima y la confianza del paciente.